22 septiembre, 2022
¿Qué es eso del certificado energético?
Cuando se vende o se alquila una vivienda nueva, es obligatorio emitir un certificado energético, que informa sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2, siendo el de clase A el que indica un mayor nivel de eficiencia. Esta etiqueta garantiza la reducción del impacto ambiental del inmueble, un mayor ahorro y, muy importante, un confort superior. Por otro lado, existen sellos privados para evaluar la sostenibilidad de los edificios, que pueden solicitarse de manera voluntaria y que, sin duda, mejorarán su valoración.
¿Sabías que cuando vendes o alquilas una casa nueva tienes que presentar un certificado energético? Un documento obligatorio por ley, que informa sobre su eficiencia energética, según la energía que consuma y la cantidad de CO2 que emita. Esta calificación, similar a la del cole, va de la letra A a la G, siendo la A la calificación ideal -indica menor consumo y emisiones- y la G, la peor.
Esta obligación responde a la necesidad de cumplir con los compromisos nacionales, europeos y mundiales de descarbonización y eficiencia energética y lograr, así reducir el impacto negativo sobre el medio ambiente.
De este modo, el certificado sirve para conceder ayudas que contribuyan a mejorar los edificios existentes y, por otro lado, para obligar a los nuevos a cumplir con unos requisitos mínimos de eficiencia energética.
Eso sí, tiene que estar emitido por un técnico competente y homologado, un arquitecto o un ingeniero. Ellos serán quienes lo califiquen con la letra que corresponda. Si la calificación obtenida es muy baja, ofrecerán propuestas que minimicen el consumo de energía y las emisiones de CO2 para mejorar el resultado. En cuanto al precio del certificado, es libre; dependerá de la superficie habitable del inmueble, de su uso y de lo complejas que sean o no las instalaciones.
Pero, ¿cómo conseguir la máxima calificación energética? Influirán mucho la eficiencia y la seguridad de las instalaciones térmicas, reguladoras de la climatización y de la producción de agua caliente, responsables en gran parte del consumo energético en el hogar. En concreto, si disponemos de bombas de calor, sistemas de ventilación y calderas de condensación, conseguiremos un mejor rendimiento.
También contribuirán a una valoración más alta el correcto aislamiento térmico -que puede propiciar un ahorro energético de hasta un 50% en edificios antiguos-, o contar con fuentes de energía renovable, como la aerotermia, los paneles solares o la biomasa.
Un óptimo aislamiento térmico en puertas y ventanas, para evitar fugas de aire, también resultará clave para ahorrar energía.
Ventajas de una buena calificación energética
Lo cierto es que, aparte de ser obligatoria, la información sobre la eficiencia del edificio puede ser muy interesante, por varias razones: no sólo es la prueba de tu compromiso con el medio ambiente, sino que además te ayudará a averiguar el valor económico de tu casa, porque ya sabes que cuanta menos energía consuma la vivienda, menos costes generará. Ten en cuenta que un inmueble con la categoría A consume hasta un 90% menos de energía que una catalogada con un nivel más bajo; una de clase B en torno al 70% y, la C, alrededor de un 35%.
Además, este certificado te permitirá evaluar qué aspectos de tu hogar te aportan un mayor bienestar, en función de los elementos analizados y la calificación obtenida: la calidad de aire, el aprovechamiento de la luz natural, el aislamiento térmico y acústico… todos estos elementos, que tienen que ver con la eficiencia, determinarán el confort dentro de tu hogar.
Certificados privados y voluntarios
Existen otras certificaciones para medir la sostenibilidad y eficiencia de los edificios que se pueden adquirir de forma privada y que, sin duda, mejorarán la valoración del inmueble.
Estos son algunos:
Una vez que se emite el certificado BREEAM, se pueden obtener los siguientes resultados: aprobado, bueno, muy bueno, excelente, y el que todos desean, excepcional.