¿Cómo debe ser la iluminación en una casa?

24 noviembre, 2022

¿Cómo debe ser la iluminación en una casa?

Ya sean muchas o pocas las horas que disfrutemos de nuestro hogar, estas tienen que ser de calidad y solo lo serán con la luz adecuada, un elemento de confort tan intangible.

Debido a los ajetreados ritmos de la vida moderna, a una mala orientación de nuestra vivienda o a la llegada del otoño, lo cierto es que la iluminación artificial resulta fundamental para nuestra vida diaria. Por eso, si estás camino de emprender una reforma, de construir una vivienda o sencillamente de darle un nuevo aire al salón o a una habitación, te presentamos esta serie de consejos con los que iluminar tu casa, así que prepara papel y lápiz porque ponemos a tu disposición los mejores trucos y pautas para mejorar la iluminación de tu casa, matices que visten tu hogar transformando sus esferas, creando nuevos ambientes, mejorando la intensidad…

Una buena iluminación puede aportar encanto y personalidad a cada habitación, siempre que des con la ubicación y los elementos correctos.

Planifica los espacios

Uno de los principales errores a la hora de iluminar una habitación es no tener en cuenta las diferentes ocupaciones que entraña o que nos gustaría llevar a cabo. Por eso, tu primer paso debe pasar inexorablemente por analizar la habitación, el espacio y sus usos. Una vez hecho esto, podrás diseñar diferentes zonas y rincones que, correctamente iluminados, te permitirán disfrutar de cada habitación de una manera mucho más rica e intensa. Así, a golpe de interruptor, tu salón podrá cambiar por completo para convertirse en una tranquila sala de lectura o en un cálido lugar en el que conversar, una mesa de desayunos en el perfecto lugar donde organizar una cena, o un pequeño dormitorio en una resuelta y completa sala de estudios.

¿Cómo debe ser la iluminación en una casa? ¿Luz cálida o luz fría?

En iluminación, como en la mayoría de las cosas, la importancia radica en los detalles. ¿Cuántas veces no hemos entrado a una casa y nos hemos sentido como en la fría sala de espera de un consultorio médico? Y es aquí donde el factor de la “temperatura” o “color” de la luz juega un papel esencial. Porque ya puedes contar con el más rico y elaborado diseño de iluminación para tu hogar, que algo aparentemente tan nimio como elegir la bombilla incorrecta logrará llevarlo al traste. Es entonces cuando surge la duda: ¿Luz cálida o luz fría? Pues depende, como veíamos, del espacio y su uso. Por regla general, para los rincones de lectura, las mesas de trabajo, cocina, baños —sobre todo en la zona del espejo— y las mesas de comedor, se recomienda el uso de luces frías que no desvirtúen los colores; son estancias en las que quieres una buena luz para estar concentrado. Mientras que para crear la iluminación ambiental de las habitaciones y el salón, lo más habitual es recurrir a la utilización de una luz cálida mucho más amable y acogedora que invite a la relajación y al descanso.

No deslumbrar

La iluminación de tus salas nunca debe deslumbrar y es mejor sin sombras. Para ello, antes de colocar tus lámparas testa qué zonas quedan con sombras y cómo es la mejor manera de evitar que la luz deslumbre, la clave es que sea suave y uniforme. Además, si te gustan las paredes claras un truco que mejorará la iluminación es no ponerlas blancas sino con alguna tonalidad parecida: blanco roto, beige…

¡Di sí a los puntos de luz! Mejor con luz indirecta

Si el uso en exceso de una luz fría puede convertir tu casa en la consulta del dentista, nada como situar mal un foco de luz para hacer de ella el escenario perfecto de un interrogatorio de película. Multiplícalos: suavizan el ambiente y distribuyen la atención creando una sensación de amplitud. Un solo punto de luz, por ejemplo, en el techo, puede crear una iluminación demasiado agresiva y encima si no son de bajo consumo y son demasiado potentes gastarán más, dará la impresión a la estancia de ser más pequeña. Eso por no hablar de lo incomodo que es estar intentando que no haya sombra constantemente.

Como solución, lo mejor es diseñar un sistema de iluminación compuesto por diferentes puntos de luz, capaz de crear una confortable luz indirecta y tamizada. La mayoría de estos diseños hacen uso del falso techo para ocultar las luminarias, pero otras posibles soluciones serían desplazar la línea de focos hacia los laterales, haciendo que la luz termine por bañar verticalmente un paramento para que actúe a modo de pantalla, o buscar los apliques adecuados de techo y pared que se encarguen de proyectar esa luz difusa.

Proyecto de luz indirecta en una escalera

Mezcla varios tipos de luz

Aparte de usar más de un punto de luz, es interesante mezclar varios tipos de luz dentro de una habitación con el fin de jugar con sus efectos y transmitir unas sensaciones u otras: una luz cálida hará tu estancia más confortable mientras que una luz fría provocará tranquilidad o energía en función de cómo la distribuyas.

Juega con la iluminación

Jugar con la iluminación puede servirte para recalcar y ocultar la presencia de objetos. La iluminación te permite destacar un mueble, un cuadro, etc. Eso sí, para este tipo de iluminación, conocida como decorativa o indirecta, plantéate utilizar lámparas reguladoras. Hay otros recursos aliados para hacer la iluminación de tu casa más acogedora: velas, cortinas, lamparitas auxiliares, el color de los muebles, espejos; por ejemplo, un truco que le dará estilo a tu casa es optar por espejos iluminados con apliques.

Utiliza luz focal para mejorar la iluminación de casa- Lámparas de mesa y lámparas de pie: tu mejor recurso.

Toda habitación debe contar con un circuito de iluminación general capaz de iluminarla por completo. Estos sistemas no solamente van asociados a un mayor número de luminarias, y al consecuente incremento de la factura de la luz, sino que lo más probable es que también consigan iluminar excesivamente la habitación para determinados usos. Por esa razón, uno de los mejores recursos a los que puedes acogerte es a crear una ambientación paralela, mucho más sutil, a base de pequeños puntos de luz formados por lámparas de pie y de mesa. Con ellas no solamente lograrás cambiar por completo las sensaciones que te provoque una habitación, sino reducir el precio de tu factura —no es lo mismo encender una lámpara de mesa que seis focos de techo—, y contar con una serie de piezas que, ya sean clásicas, minimalistas, de estilo industrial o de inspiración años 50 o 60, darán carácter y personalizarán las estancias de tu casa tanto de día como de noche.

Aprovecha las ventajas de la luz focal, un complemento muy útil para la luz general e ideal para espacios definidos como rincones de lectura o zonas de estudio.

Cuida la iluminación del baño y la cocina

Algo esencial es contar con una buena luz en el baño y la cocina. La iluminación central suele ser menos intimista, aunque en los cuartos de baño cada vez menos, y se tiende a optar por la artificial pero muy efectiva luz blanca. En la cocina prueba a añadir varios puntos de luz o tiras led sobre la encimera, fregadero, etc. te hará más fácil el día a día. En los baños cobra relevancia sobre todo el espejo y una opción muy exitosa es añadirles luz a los muebles.

Usa apliques de pared

Los apliques en la pared permiten atenuar el contraste entre el centro y las esquinas de la habitación, que a veces pueden estar demasiado oscuras.

Ilumina bien las zonas de paso

Una premisa más que estética de seguridad, es que te cerciores de que las zonas de paso, principalmente pasillos, estén correctamente iluminadas y que los interruptores sean accesibles. Y hablando de interruptores, opta por aquellos que te permitan regular la intensidad de la luz, con ello tendrás el poder de crear tus propios ambientes en función de las necesidades: relajación, energía…

Evita el exceso de iluminación

El exceso de luz también tiene consecuencias en nuestra salud y no siempre son buenas: dolor de cabeza, insomnio, etc.

Ventajas de una buena iluminación

No te olvides que una buena iluminación puede aportar encanto y personalidad a cada habitación, siempre que des con la ubicación y los elementos correctos.